SEO O SEM, ¿DÓNDE INVERTIR MIS RECURSOS DIGITALES?

#seofilo

Con frecuencia cuando se habla de posicionamiento y programación encontramos el pedido casi desesperado de muchos profesionales a la aplicación de las buenas prácticas. Al principio de mi formación en marketing digital allá por el año 2009 no llegaba a conocer el alcance de esta premisa porque hace falta una visión global y el entendimiento de algunos conceptos para comprender lo que implica el despliegue de la comunicación de una empresa en el universo infinito de vinculaciones posibles que ofrece internet.

Digo esto porque en este artículo me gustaría plantear un concepto de SEO como buena práctica e intentar arrancarla de las fauces de Google que parece estrangularlo con cada cambio de algoritmo.

Para los menos entendidos hablamos de SEM cuando posicionamos un sitio, producto o palabra clave a través de estrategias pagas en buscadores y sus sitios asociados y SEO al posicionamiento orgánico de estos mismos elementos en un hermoso despliegue de estrategias y juegos de palabras pero haciendo uso de la relevancia, la semántica, la referencia, etc. Siempre asociamos estas dos prácticas a la posición que ocupamos en los buscadores y en la intención de búsqueda que tienen los usuarios. Pero ¿De qué estamos hablando en realidad?

¿Cómo se hacía antes? Imaginemos por un momento, si me permiten la comparación, que tenemos un negocio y deseas publicitar, entonces contratamos el espacio en blanco que hay arriba de aquel edificio para que me vean todos los vecinos y así impactarlos con mi marca y que me conozcan, básicamente estaríamos pensando bajo las lógicas del SEM pero, si en cambio decidimos que es mejor presentarse en persona en la peluquería, en el almacén, con los vecinos en la calle, con una sonrisa y ofreciendo mis servicios, respondiendo sus preguntas y si al mismo tiempo le pido a aquellos que vayan siendo mis clientes que porfavor me recomienden con sus vecinos y sus amigos tendiendo redes, entonces estaría pensando bajo la lupa del SEO. Uno y otro pueden ser complementarios, el primero puede traernos resultados inmediatos propios de la exposición pero debería implicar estar preparados para superar las expectativas de satisfacción de mis clientes, cualquier exceso de publicidad es casi tan malo o peor que la carencia absoluta de ella. El segundo es lento y requiere esfuerzo y la utilización de recursos y procesos de aprendizaje pero a mediano y largo plazo resulta más efectivo a la hora de construir mi público, conocerlo, hablar con él, entender sus necesidades y los caminos para resolver sus problemas. 

Con este muy resumido ejemplo pretendo decir que, cualquiera puede pagar un aviso con dinero pero a la larga la estrategia más efectiva siempre será la de tender redes y alimentar la fidelización de mis clientes para conseguir recomendaciones de valor y relevantes y así obtener referencias de un trabajo por bueno y eficiente y no por el mero hecho de poner un aviso desprovisto de sustento y peso.

Muchos caemos en el error de invertir nuestros recursos en SEM cuando recién empezamos pero si estamos desprovistos del contenido interesante o de una optimización clara, de una arquitectura deficiente de mi sitio web o de links que llevan a ninguna parte lo único que haremos es llevar a nuestros potenciales clientes por el túnel que lleva a la decepción para nunca más volverlos a ver.

Por eso mi recomendación es siempre utilizar SEM en función de SEO para dar inyecciones de tráfico y generar picos de atención y conversión pero nunca perder de vista que solo habrá una oportunidad para una primera buena impresión.

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